Para gustos...

  • "Si me necesitas, llamame". Raymond Carver
  • "El ojo". Vladimir Nabokov
  • "Tokio blues". Haruki Murakami
  • "La conjura de los necios". John Kennedy Toole
  • "In the mood for love". Wong Kar Wai (pelicula)
  • "La espuma de los días." Boris Vian

Información y contacto

Reuniones: miércoles o los jueves de 14:30 a 15:30 en la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid. Aula 3204-B.



Para contactar manda un correo a carol_14__@hotmail.com , os contestará Carla, que es un poco arisca. No es por meterme con ella, simplemente es una palabra sonora, por tema de publicidad litetaria...


domingo, 23 de enero de 2011

Para escritores que escriben!!

Aquí os dejo dos direcciones interesantes:

Un enlace a una plataforma de la complutense para promocionar de alguna manera a los escritores complutenses, puedes colgar tus obras, hacer comentarios etc...para alumnos, ex alumnos profesores... en diciembre tuvo más de 300.000 visitas!!! yo ya he colgado dos!

http://www.ucm.es/BUCM/escritores/

Un libro que se está escribiendo en la red que cuenta con varios escritores conocidillos y que la mayor parte de los capítulos los escribe el público, tu mandas el tuyo y si les gusta ahí estás!!

http://tobe-continued.com/

Bueno los dos son interesantes, sobretodo si queréis que os lean, quizás no mucho, pero algo, es una buena iniciativa.

sábado, 22 de enero de 2011

Historia compartida, Johnny ( I )

Ahí están todos otra vez. Bebiendo. Fumando y Quemando la vida. Texas Bones, el puto Franky Coconut, la adorable Keys, Jhonny ........ahora llega abriéndose paso desde la calle Robb.
Se acerca nervioso aunque intenta disimularlo lo mejor que puede, las comisuras de los labios le delatan y tiene esa medio sonrisa orgullosa-tímida de cuando quieres que la gente comparta tu emoción por algo que te mola pero te da vergüenza que te vean tan ilusionado. Se ha implantado una cámara que le permite grabar los culos de todas las nenas del país, nos enseña las fotos y los vídeos en una pequeña pantalla LCD, Keys y Johnny se miran al unísono al verle la cicatriz debajo del párpado de un color rojo oscuro que se extiende unos milímetros por debajo de la piel, parece que está gritando infección y amputación pero esta es la noche de Robb, si no tiene dinero para ir a un cybercirujano de primera no tiene dinero para desinfectarse la herida. No se arregla nada chillándole a un paralítico que es paralítico. Al cabo de una hora más o menos se van marchando del Cruissers.

Jhonny necesita un chute, se le nota en el andar vacilante y absorto, hace frío y se arrebuja en el collage negro de parches y metal con el que se viste. Lleva vinilo, cuero y acero. Va a ver a un viejo conocido. Siempre está disponible cuando le necesita y lo que necesita es pasta antes de negociar la mercancía. Es un hombre entrado en los cuarenta, pelo engominado, after shave barato en cantidades industriales, sonrisa de tiburón y unos modales impecables que contrastan con su estilo estrafalario; le encuentra donde siempre, va de la mano de un chico pero cuando ve a Jhonny le hace un gesto que dice, esfúmate … comienza el ritual...
...
- ¿Cómo te va, Jhonny cariño?-
- Ya sabes, tirando, necesito pasta.
- Después de los abogados los vicios son lo más caro ¿no? ¿Sigues conservando tu maldita habilidad?
- Prueba...
- mmm logaritmo de 17 568
- En base diez 4.244722 en base “e” 9.773834 en base dos...
- ¡Basta! Quiero decir, no hace falta que sigas...todavía no comprendo como lo haces, me da escalofríos, cambiemos de tema, ¿cuánto dinero necesitas?
- Ando pelado, un completo, gracias por preguntar...

Jhonny como muchos otros chicos de los suburbios tiene la mirada extraviada, ligeramente vacía, encerrada en sí misma, Jhonny tiene la mirada trágica y resignada, quizá sea eso lo que atrae a sus predadores, la inevitabilidad en su rostro, que evita que se sientan demasiado culpables.
Cuando termina Jhonny sólo puede pensar en darse una ducha, pero el ansia puede más y decide dejarla para más tarde, se dirige a la colmena, esperando encontrar allí como siempre a Ritter, su camello, compra unas cervezas holandesas y unas patatas especiadas por el camino, Ritter no sale de su casa a no ser que sea estrictamente necesario, esto quiere decir incendios o pasma (que suelen ser corruptos y no pagan por la mercancía). Para facilitarle la situación le lleva ese delicatessen, compartirán la priva y el transix pero no las patatas, están asquerosas y te dejan la boca más pastosa que una ensalada de polvorones.
Ha empezado a lloviznar, se forman arco iris sobre el suelo aceitoso y las farolas parpadean para no perderse el espectáculo, el pelo corto y color azabache se le pega al cráneo como una mortaja, al cruzar un callejón ve al fondo los ojos luminosos de un perro que no se decide a salir.
En el portal se encuentra a Ronnie que le dirige una mirada sedada, sube hasta el piso de Ritter, el 49, pantallas en el pasillo no paran de gritarle que compre y una marea de hologramas le salpica las retinas. Empuja con el hombro la puerta cede y entra aliviado en el antro corrupto de Ritter. Le encuentra sentado en una vieja mecedora con uno de los ventanales abierto mirando al cielo, la lluvia le ha empapado pero no parece darse cuenta, la penumbra lo engulle todo y sólo se oye el repiquetear de las gotas iluminado tenuemente por la luz que llega de fuera.
Se le corta la respiración. El cielo se ve de un color negro como la brea, preñado de nubarrones, un viento gélido entra por los ventanales removiendo la basura que pulula por el suelo. Comienza a hacer efecto.

Recuerda. Cristaliza. Transforma. Crea. Imagina.
Revierte. Akadabra. Disecciona. Engulle. Evoca.
Altera. Metamorfosea.


Libera................Muere....................y


Resucita.


Se acerca a la ventana y grita, la lluvia se mezcla con unos gruesos lagrimones que no cejan en salir. Boquea hacia el nocturno infinito, girones de visceras de nubes aún ocultan las candelas celestes. Asiente paralizado hasta que termina.

Es tarde cuando llega a su casa, lo llama casa por costumbre aunque sólo sea un nicho temporal donde permanecer. Está cansado pero tiene insomnio. A veces, piensa, le gustaría morir de sueño.
Ha dejado de llover, luz chisporroteante de neon irrumpe por un agujero, se arrebuja en el tejido plástico, la tele sólo devuelve estática por la tormenta. Una vez oyó que esas rayitas blancas y negras que transmite cuando no hay nadie al otro lado provienen del mismísimo Big Bang, algo así como la radiación de fondo del universo, que todavía persiste para quien la quiera ver/escuchar desde hace 13 mil millones de años, se durmió dándole vueltas a esa idea, nunca se sabe...



Despierta. Mira hacia el techo. Respira.

Es tarde y tiene hambre, el torrente alucinógeno se ha ido apagando paulatinamente, se dirige a la cocina y se acaba los pocos cereales que quedan en un cuenco que lleva días incólume. Saben a polvo.
Sale a la calle, parece de noche pero sólo está nublado, la ciudad se repite las 24 horas del día. En su zona las calles están anegadas de vehículos y personas en interminable sucesión. El Efex no está lejos, es un antro subterráneo y mugriento pero con la mejor conexión en red de toda la manzana Siempre encuentra conocidos en el netcafé y a algunos de ellos no quiere verles, sólo quiere bucear un rato y leer los mensajes atrasados y si hay suerte puede que tenga algún encargo. “Trabaja” de hacker de vez en cuando, aunque ahora necesita dinero y no weblars, piratea programillas y diseña autómatas para el tipo de gente lo bastante inútil como para no saber hacerlo ellos mismos ni encontrar a alguien más hábil que Jhonny.

No hace falta esforzarse mucho, con permanecer a flote basta, siempre tragas un poquito de agua y toses hasta que la escupes. Un día te ahogas de verdad, como todo el mundo. Así que para qué estar luchando constantemente en vez de dejarte llevar…
…etéreamente…
por las olas.

Se quita el cable del implante subcutáneo situado, como en todas las películas antiguas, disimuladamente detrás de la oreja. Abre la puerta de la cabina y mira el reloj, sólo han pasado un par de horas, en la red el tiempo parece que vuela.
Sale a la calle, es de noche y está nublado, la ciudad se repite las 24 horas del día.

miércoles, 5 de enero de 2011

Ornitorrinco Welles

Hola chicos!! vaya desde que no acudo a las reuniones posteo más que Pablus !! jajaj HAce tiempo hice unos deberes sobre un ornitorrinco y unas lentejuelas(no pregunteís a Santo de qué!!) El caso es que nunca llegué a leerlo y lo he encontrado hoy! me pareció una historia graciosa y aquí os la dejo (y no dejeis de visitar este link http://www.youtube.com/watch?v=XNcdD9xwObM):



El barman lo había visto todo pero no se atrevía a declarar. Así que le preguntaron al borracho si había visto al Ornitorrinco con chaqué de lentejuelas de la noche anterior. El borracho, como buen borracho, no podría haber mentido a aquellos hombres por mucho que hubiera gustado, así que les dijo que no sabía nada y que si un Ornitorrinco era ese bicho tan feo con pico de pato pero con tetas. Dejaron al borracho sujetando la barra y se acercaron a la puta. Era una puta fea. Fea como ella sóla. Fea como el jorobado vizco comiendo limones. Fea como un sapo potando a un orco. Fea como el papa maquillado de payaso y con las cejas de ZP. Fea como la que se sacó los ojos para no verse en e espejo. Fea, como esa otra que prefiere bailar con la pared por no tener que bailar sola. Fea como la amiga de la novia de tu mejor amigo y que siempre te toca a ti tirártela. Y según se iban acercando más fea se les hacía. Fea, fea y fea. Era, un coco, vamos. Así que cuando llegaron a la mesa, les había dado tiempo a juzgarla y con las mismas, se dieron la media vuelta y se alejaron del bar.

Siguieron las huellas del Ornitorrinco y estas les condujeron a un supermercado chino. En lugar de seguir con el caso se metieron en la peluquería de la esquina porque hacía tiempo que tenían las puntas abiertas y ya se les veían las raíces. La peluquera, china también, sólo les cobró 50 arcos por ingles y medias piernas, así que dándole los buenos días y más contentos que Michael Jackson el día que visitó un orfanato, se apretaron un buen café en el bar de enfrente mientras montaban la guardia. Según sus informadoras (dos señoritas despampanantes que allí trabajaban) el Ornitorrinco solía asistir a aquel supermercado una vez por semana (el día de las ofertas de congelados) para probar el género y también el pescado. No tardó en aparecer con su aspecto triunfante y satisfecho, impecable embutido en su chaqué, su sombrero de copa lleno hasta el borde, su bastón de caña en una mano y con su bolsa de congelados en la otra. Preguntaron al Empleado Inexperto qué dónde podían encontrar gambas peladas y,ya que estaban, cogieron un par de bricks de leche que se les había acabado. Entonces vieron al Ornitorrinco conduciendo un carrito. Se dirigía hacia los cereales e iba tan confiado que no se dio cuenta de que le seguían así que a la altura de los Chocapics le echaron el guante. Se lo echaron de lejos así que fallaron. Una gracia, desde luego, pero aún les quedaba otro. Sin quererlo pisaron la montaña de cereales que se había desplomado sobre el pasillo número cinco y que limpiaba con fruición el Empleado Inexperto.

El Ornitorrinco, que no debía de ser muy inteligente y a pesar del estruendo del alud rico en fibra , tampoco se percató. Siguió empujando su carrito por la sección de perfumería mientras silbaba la de los Puentes de Maddison. Le emboscaron a la altura de los lácteos, en la esquina con la panadería, y el pobre Ornitorrinco cayó al suelo dejándolo todo perdido de lentejuelitas que luego el Empeleado Inexperto tuvo que barrer.

El interrogatorio fue duro pero no tanto como la sesión interminable de bingo a la que le sometieron en la que nadie cantaba raya. Por fin se marcharon y le dajaron en paz y el Ornitorrico tuvo tiempo para reflexionar sobre el curso de los acontecimientos. Tardó en llegar a la conclusión mucho tiempo porque no era muy inteligente y no estaba acostumbrado a pensar pero antes de amanecer ya tenía perfilado su plan de fuga. Era muy sencillo: sólo necesitaba tres tacos de plástico de calibre 20, láminas de aluminio semi rígido y cortadas en dos baldas de 5X20X30cm, tornillos de rosca con cabeza estrellada y un atornillador eléctrico pues tenía las aletas sensibles. Y así tendría la estantería de vinos que siempre había querido poner en la cocina. Pasaron tres largos días y decidió desistir de su idea de sumiller en potencia y aprovechar un rato en el que el guardia se fuera a ehcar un meo para largarse de allí. Empujó la puerta tal y como dictaba el cartel, con la suerte de que la encontró abierta y salió a la calle.

El tránsfuga se dirigió hacia el parque pues allí encontraría a alguien para contarle su historia . Cuál fue su sorpresa cuando se cruzo nada más ni nada menos con la que fuera su exnovia, Carla, que como de costumbre estaba deambulando por el parque. Antes le compraba a ella todo, las pelis piratas, las gafas de imitación, alguna china que otra, y el rolex que todos los años le regalaba a su padre por navidad porque estaba tan bien hecho que se lo robaban en la piscina pensando que era bueno.La mala suerte quiso que ella lo viera antes y le tirara al agua sin mediar palabra por todas las perrerías que le había hecho, con la serenidad del que tira un tampón al retrete. Desde el agua el Ornitorrinco pudo ver como Carla se arrepentía y se flagelaba un poco abollando un banco de madera con la cabeza por haberle tratado tan mal y no haberle dado tiempo a explicarse. En el fondo no era mala chica. Mal pronto pero nada más, y después de todo fueron muchas ornitorrincadas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Hola Bioliteratos: aunque ya no sea asidua de vuestras reuniones (mu a versar mío)Aquí os pongo unos poemillas a los que últimamente me he estado dedicando. Espero comentarios :DDDDDD

Abracé el tronco del árbol,

lo dejé casi sin hojas,

estrujé sus raíces

y lo regué con mi ropa.


Subí trepando sus ramas,

hasta alcanzar la mañana,

me tiré desde lo alto

para caer de su copa.


Y cuando ya el arbolito,

mi peso no soportaba,

yo acostado en su sombra

le recordé las mañanas.



Oído el gemir intenso
aullado por los lobeznos
casi nada vale el resto
que hablarle de consuelo.

Decir podría muchas cosas,
a cada cual menos sabia,
hablarte desde la dicha
o más bien desde las sombras.

PEro las palabras ausentes
pelean por salir del pecho,
se clavan como puñales
y luchan por sus derechos.

Y ya nada se acumula,
la lengua se contorsiona
y una ladera blanca emula
la risa que te mejora.


LA luna gris de tus ojos
quiere el deseo por dentro.
Mirarlo más no llorosos
pues el llanto no hace quiebro
en el objeto deseo.

Mares de tu garganta
seca, fría y tenebrosa
ronca de tanto que emana
rota por tanto que brota
sin salir de ella nada.

La pena que a ti te embarga
lánzala por la barrera
del estuario que amarga
las canciones que eran bellas
¡llévatela marea!

sábado, 20 de noviembre de 2010

Binomio fantástico de paja y esponja

Y aquí va el otro, se trata de lo que escribí por el juego del binomio fantástico. En mi caso las palabras fueron esponja y paja.

¡Porquería! Como de costumbre la abuela empezó a quejarse otra vez. El día anterior había sido por el precio de la comida, esta mañana por los ladridos del perro del vecino y ahora por las esponjas que trajimos de la feria. “Abrase visto; ¡esponjas de paja! ¿Y eso para qué sirve, dime? Son unas nuevas esponjas de ducha desechables que han sacado para cuando vas de viaje por ejemplo o sencillamente para el uso diario, respondí. ¡Menuda tontería! No es tanta tontería abuela, intentó convencerla Alberto, si lo piensas son más higiénicas que las sintéticas ya que solo las usas una vez y son cien por cien biodegradables. ¿Así que de verdad se creen que sirven? Nos miró la abuela con los ojos como platos. ¡Dios mío! No habían tirado tanto el dinero desde que comprasen aquél espejo de latón ¡Y de eso hace apenas una semana!

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Ese año el invierno era durísimo y el lago se había convertido en un cántabro de hielo. La esponja no sabia que hacer, apenas con un cubito de agua vagaba de un lado para otro buscando algún refugio contra el frío. Por fin encontró aquel cobertizo abandonado y colocando su cubito en un sitio bien vigilado se acurrucó entre la paja, donde se quedó profundamente dormida.

La misión

Bueno, pues aquí van mis deberes de las últimas reuniones, el primero que dejo es el del final común, a partir del juego de partir de un final configurado para escribir una historia, (es bastante extenso asi que me alegraría que encontraseis fallos ya que significará habeis tenido el valor de leerlo). Ala, artaos!

La misión

Tomaos las manos hermanos, en este lugar alejado de las diabólicas garras de la civilización. Sentid como el aire puro de las montañas penetra por cada uno de nuestros poros purificando nuestro cuerpo y como los dulces sonidos de la fauna en libertad purifica nuestra alma.

Repetid conmigo- Exclamó ceremonioso el maestro alzándose en mitad del círculo. Se colocó la capa suavemente y enseñando las palmas de sus manos comenzó EL JURAMENTO:

Homo sapiens arrogante y despiadado,

Déspota de la naturaleza,

Asesino de inocentes criaturas,

Usurpador de los territorios ajenos,

En esta noche, nosotros los concienciados,

renegamos de tu sangre

que tanta otra ha derramado en este mundo,

Rechazamos tu ladrillo destructor de las canteras,

El metal arrancado de las entrañas de la madre tierra,

De los cables que matan a las sagradas aves,

De la carne de los iguales compañeros animales,

Y vistiendo estrictamente con sintético, juramos:

Defender con nuestras vidas a todo ser vivo amenazado o susceptible de serlo por los demás malvados ejemplares de nuestra especie.

Auuuhhhhhhhhhhhhhhh

Cerró la oración el maestro con el grito común tras el que los concurrentes irrumpieron en abrazos efusivos para dar la reunión por empezada.

Carla observaba con los ojos muy abiertos hacia todas partes. ¡Cuanto había esperado ese momento! 18 largos años, ¡Toda su vida! El último mes estuvo revisando el calendario cada noche, cuando su hermano volvía de las reuniones de los concienciados y le contaba emocionado el resumen de la jornada. Y ahora, por fin había llegado la fecha señalada y allí estaba, iniciándose como nueva socia de LOS CONCIENCIADOS.

- ¿Qué tenemos hoy Fran?- Irrumpió una voz en medio del vocerío provocando el silencio.

Un joven corpulento se aposentó en el centro del círculo con movimientos atléticos y una carpeta en la mano. Carraspeó un par de veces y extrajo unos cuantos folios de la carpeta observando con los ojos entrecerrados al público circundante.

Todos esperaban expectantes, sin movimiento alguno. El portavoz se había alzado y cuando el portavoz se alzaba algo de vital importancia había ocurrido u ocurría o estaba a punto de ocurrir.

- Hermanos- aspiró profundamente- van a traer un ornitorrinco al Zoo.

¡Dios mio! Una ola de indignación y horror inundó la estancia.

- No hace falta que os hable del valor intrínseco de esta especie- continuó el portavoz-Uno de los pocos supervivientes de los monotremas, pico de pato, cola de castor, patas de nutria- enumeró aproximándose en aspavientos hacia los asistentes- Una auténtica joya Australiana… en peligro de extinción.

Una concatenación de inspiraciones ahogadas inundó la sala, algunos se tomaron las manos, otros se las llevaron a la cabeza y hubo quien bajó esta última en extrema desolación.

- Tenemos que actuar Fran- respondió Carla, levantándose de un salto.

Sus ojos brillaban de admiración y una especie de cosquilleo energético le recorrió el cuerpo que se movía inconteniblemente de un lado para otro.

- Tenemos y vamos a actuar- afirmó Fran girando la cabeza hacia todos ante las ovaciones de la audiencia.- El ornitorrinco lo traen de Australia la semana próxima, según ha confirmado nuestro contacto de importaciones, al parecer procedente de una reserva próxima a la que trabaja. Está previsto que llegue al zoológico el martes, a las 12 del mediodía. Por supuesto que irá un comité a recibirlo; el presidente, el director del zoológico, algunos catedráticos de la Universidad y las cámaras por todas partes.

Tendremos que esperar hasta la media noche para actuar.

Este es el plan- dijo sacando nuevos folios de la carpeta y desplegándolos sobre el centro del círculo al que se aproximaron los demás.

Víctor va hacia la media noche. Se encuentra con el guardia. Le cuenta una trola de que tiene que inspeccionar al nuevo ejemplar como marca el reglamento que se debe hacer con los nuevos ejemplares cada 12 horas. Accede a las instalaciones con sus claves. El guardia se va a hacer la ronda. Víctor abre una de las puertas traseras. Truca el sistema de seguridad tal que parezca que fue un descuido de alguien. Entramos encapuchados y vamos hacia la celda del ornitorrinco, allí estará Víctor, lo golpeamos, lo atamos y amordazamos tal que parezca un robo, cogemos al ejemplar, nos hacemos con las cintas de la cámara y salimos por patas. Para cuando el guardia lo descubra estaremos muy lejos.

¿Que os parece?

Todos aplaudieron mostrando su aprobación.

Ahora necesitamos a los participantes- concluyó el portavoz.

Carla no dudó ni un instante en levantar la mano ante la mirada preocupada de su hermano.

-Tu no puedes venir- replicó enseguida el portavoz- la operación es arriesgada y apenas tienes 18 años. Además, no has hecho más que empezar.

-Quiero ir- se quejó ella. Sé que puedo hacerlo. Soy campeona estatal de 100 metros lisos, soy pequeña y ágil y además ¿Qué mejor forma de inaugurarme?

-No, no y no- insistió el hermano.

- Conozco el zoo de cabo a rabo- replicó ella- ya sabes todo el tiempo que pasé para el cursillo de concienciación antes de entrar en la sociedad. Soy el miembro más reciente y por eso mismo el maestro y yo somos los que mejor recordamos el espacio- concluyó lanzando una mirada suplicante al maestro que yacía pensativo en el fondo de la cabaña.

Fran también miró al maestro sin saber como contraatacar.

Irá- contestó el maestro tras un silencio tenso y Carla sonrió como no lo había hecho nunca en su vida.

Las alarmas estallaron súbitamente en un concierto aterrador. Aquello no estaba planeado, algo estaba mal trucado en el sistema de seguridad. Los hermanos y otros dos acompañantes se lanzaron corriendo con el ornitorrinco envuelto en una manta y apenas alcanzaron la puerta cuando llegó el guardia y uno de los activistas lo lanzó de un empujón.

- Las alarmas están conectadas a la estación de seguridad, no tardará en venir la policía- informaba Fran entre jadeos en la carrera hacia la puerta principal. Y efectivamente, apenas unos minutos después se escucharon las sirenas acercándose.

- Tenemos que despistarlos- dijo cuando llegaron a la puerta. Y apenas en unos segundos sacó una nueva manta de la mochilla, la enrrolló en un bulto y dispuso:

- Primero nos las arreglaremos para escalar la puerta, después Marta, Antonio y yo correremos hacia el oeste. Puesto que somos más y haremos todo el ruido posible confío en que nos seguirán a nosotros. Carla, tu irás en la dirección opuesta con el ornitorrinco, atraviesa el parque y encárgate de esconderte- le dijo al tiempo que sacaba una bolsa de la mochila y se la lanzaba. Ahí tienes un tuper con comida para ti y otro para el ornitorrinco. Llama al maestro al móvil y explícale la situación, vendrá con el coche a recogerte y sabrá que hacer con el animal.

¡Vamos!

Carla atravesó el parque cual perseguida por un demonio con el tesoro entre los brazos. Algo había vuelto a fallar y una horda de policías se habían lanzado en su búsqueda con los perros. Apenas a unos pasos consiguió desviarse a la derecha, hacia un rincón oscuro a orillas del río. Necesitaba parar, llevaba más de media hora corriendo a toda velocidad y el ornitorrinco pesaba demasiado. ¿Qué podía hacer? Estaba rodeada, los policías habían acordonado toda la zona, tarde o temprano la cogerían y si se le ocurría llamar entonces si que la localizarían en el momento. Observó al ornitorrinco revolverse entre las mantas mientras tomaba aire. Sacó el tuper y lo alimentó“¿Y contigo? ¿Qué pasará contigo?” Los perros se escuchaban cada vez más cerca. “Ellos no pueden cogerte”, le dijo Carla abrazandolo fuertemente, “esos malditos contrabandistas se creen que por poner un bonito sello en un papel convierten la compra-venta de animales exóticos en algo legal. Prostitución, eso es lo que hacen los hijos de putas, protituyen a las otras especies. No dejaré que te cojan pequeñajo, no pienso fallarle a la sociedad”.

Y dicho lo cual dejó rápidamente el taper en el suelo, tomó al ornitorrinco, se aproximó a la orilla y lo dejo caer desde las mantas sobre el agua. Sonó un “ploff” y desapareció. Carla se sentó tomando el tuper entre las manos y permaneció inmóvil. “¿Sobreviviría?” El pH, la temperatura, los nutrientes del medio, los demás pobladores, ¿Sería capaz de acostumbrarse aquella criatura a un clima tan hostil? A eso obligaban a las demás especies los asquerosos humanos, a vivir una vida distinta a la suya natural, bien en zoológicos, o en granjas, o en laboratorios. Y a los que no mataban directamente los mataban indirectamente. Los humanos deberían morir, deben morir” se repetía la joven para sí apretando los puños, con la boca torcida y los ojos desorbitados, al tiempo que las pisadas y los ladridos alcanzaban su escondite.

sábado, 16 de octubre de 2010

Juego poemas

Este juego consiste en aprender como se ha de leer poesía dándose cuenta de la diferencia entre la lectura del poema escrito en su formato original y pasado a verso. Pruébalo (aunque es mejor cuando lo haces con más personas y son ellos los que opinan sobre tu lectura), yo pongo aquí el poema que me llevé a la reunión, escrito en verso y después en prosa:

Ciudades como cuerpos

Nunca de una ciudad afirmes
ya toda la conozco,
cada secreto lugar he descifrado

Toda ciudad son capas superpuestas
de una ciudad distinta, misteriosa,
como noches en fila, haciendo cola,
mezclándose en las hondas oficinas
de la memoria y la piel,
como cuerpos ajenos y palabras

de los que nunca debes afirmar
ya todos los conozco,
cada secreto lugar he descifrado.

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Nunca de una ciudad afirmes, ya toda la conozco, cada secreto lugar he descifrado. Toda ciudad son capas superpuestas de una ciudad distinta, misteriosa, como noches en fila, haciendo cola, mezclándose en las hondas oficinas de la memoria y la piel, como cuerpos ajenos y palabras de los que nunca debes afirmar ya todos los conozco, cada secreto lugar he descifrado.